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jueves, 22 de febrero de 2024

Congrés anual 2023 de l'OHTE (Observatory on History Teaching in Europe) #HistoryAtHeart

La AVPGHA en la OTHE: Una crónica tardía 

de David Gosàlbez.

Entre el 31 de noviembre y el 1 de diciembre de 2023, tuvo lugar en Estrasburgo la III Conferencia Anual del Observatorio para la Enseñanza de la Historia en Europa (OTHE, en sus siglas en inglés), institución que forma parte del Consejo de Europa

Por segundo año consecutivo, nuestra asociación, a la que tuve el honor de representar, fue invitada a asistir por Euroclio, la asociación europea de profesores de Historia. Prueba de la buena sintonía entre ambos colectivos, que nos brindó la posibilidad de fortalecer nuestros lazos y de asistir a la presentación del I Informe General de la enseñanza de la Historia en Europa. 

La capital alsaciana nos recibió engalanada para la Navidad. El aroma dulzón y especiado del vino blanco caliente y las galletas alsacianas se esparcía por las calles y las plazas de la ciudad vieja atestadas por las casetas de los mercados navideños y los turistas. En el corazón de la Grande île, la espectacular catedral gótica de Notre-Dame de Estrasburgo redondeaba una postal que adquiría, por momentos, tintes bucólicos tras las ligeras nevadas nocturnas. 

                                                                     Estrasburgo en navidad

Las sesiones se desarrollaron en el Palacio de Europa, sede del Consejo de Europa, ubicado en el «Barrio europeo» de Estrasburgo. Una espectacular mole brutalista de 62.000 m2 realizada en arenisca, vidrio y acero que, en palabras de su arquitecto, «debía representar la fuerza y la plenitud de Europa». Una vez en el interior, traspasados todos los controles de rigor, una escalinata ciclópea de madera presidía el enorme vestíbulo del edificio que distribuía el espacio dando acceso a innumerables salas de congresos. En uno de los rincones de aquel teatral espacio, pensado para epatar y empequeñecer al visitante –nihil novum sub sole-, llamó mi atención una inconfundible estructura geométrica de varillas de acero pulido.  Se trataba de la obra Helicoidal del artista alicantino Eusebio Sempere que el gobierno de Adolfo Suárez regaló al Consejo de Europa en 1979. 

El perfil de los más de trescientos asistentes a la conferencia era extremadamente diverso, tanto por las funciones desempeñadas como por su procedencia, aunque siempre vinculados de una manera u otra con la enseñanza y la Historia. Ministros, secretarios de Estado, estudiantes, altos funcionarios del Consejo de Europa, representantes de los sindicatos y asociaciones juveniles, profesores de secundaria y de universidad, entre otros, conformaban el público del evento. En cuanto a su procedencia, había representantes de los 18 países miembros de la OHTE.  Esa heterogeneidad dio a la conferencia un talante, tal y como me había pronosticado Txema Gil, a medio camino entre una cumbre diplomática y un congreso de política educativa. Una oportunidad enriquecedora observar desde una atalaya privilegiada la enseñanza de la Historia en buena parte de nuestro continente. 

El fantasma de la guerra ha asolado Europa de manera recurrente a lo largo de su historia. Es, quizá, desde esa memoria traumática, que se materializó en dos guerras mundiales durante el siglo XX, y en un contexto internacional actual de belicismo rampante (Guerra de Ucrania y Genocidio en Gaza) y un panorama sociopolítico cada vez más polarizado en el continente europeo (auge de los partidos de ultraderecha en todo el continente) que se elige “Teaching history, teaching peace?” como tema central de la III conferencia anual de la OHTE. El objetivo principal fue debatir, analizar y valorar en qué medida la enseñanza de la Historia en la actualidad contribuía a forjar valores democráticos sobre los que asentar las sociedades europeas. 

La agenda era tan apretada como interesante. Tras la protocolaria sesión de apertura, Timothy Granton, a la sazón profesor de Estudios Europeos de la Universidad de Oxford y uno de los pesos pesados de la jornada, se preguntaba en el título de su conferencia si los jóvenes europeos podían aprender historia de sus naciones. En su exposición analizaba como una crisis en cascada, que tuvo su comienzo en 2008, ha venido a poner punto final a la idea de Europa como tierra de promisión, como un lugar mejor al que aspirar colectivamente. Especialmente, para las generaciones recientes, que no han experimentado los beneficios de Europa, y que han desarrollado una posición mucho más crítica, incluso antieuropeísta. A decir de Granton, la última década ha sido significativa en la quiebra de los consensos europeístas en todos los países y serías amenazas se han cernido sobre el continente. Así, la guerra de Ucrania ha puesto fin a un ciclo en el continente que se inicia tras WWII. Se puede aprender del pasado, pero es extremadamente complicado, afirmaba el profesor de Oxford, que concluía su intervención con una tajante afirmación: “Forjar Europa ha sido la tarea de 4 generaciones, ¿habrá una quinta? Nuestros esfuerzos colectivos deben ir encaminados a crear una quinta generación y la Historia es una herramienta parar esta tarea”.

Poco después de las 12.45, con una puntualidad poco habitual para los ibéricos, tuvo lugar, previa rigurosa y pomposa foto de familia, la pausa para el almuerzo. El buffete fue frugal pero suficiente para abrir un espacio de coloquio realmente interesante para conocerse y conectarse. 

La tarde dio paso a la primera de las sesiones plenarias en la que Raul Cârstocea presentaba el plato fuerte del día, el I Informe General de la Enseñanza de la Historia en Europa. Resumir en esta breve crónica el informe es una tarea excesiva (si quieres la versión extendida pincha aquí), aunque sí apuntaré ocho claves que considero relevantes: 

  1. La enseñanza de la Historia avanza, gracias a reformas recientes, hacia un paradigma basado en competencias y un mayor uso de las TIC.
  2. La principal preocupación de los profesores a cerca del currículo es la excesiva carga de contenidos a la que tienen que hacer frente.
  3. Entre los materiales didácticos utilizados, los libros de texto son, de lejos, el recurso más utilizado por los países de la OTHE para la enseñanza de la Historia
  4. En cuanto a los contenidos trabajados, la historia nacional sigue siendo el centro de los contenidos y la Edad Media y la Edad Moderna las etapas que más se estudian. 
  5. Desde un punto de vista metodológico, la mayoría de los docentes reconocen la amplia utilización de metodologías unidireccionales.
  6. En lo que respecta a la evaluación, los exámenes son la principal herramienta para la evaluación.
  7. El desarrollo de pensamiento histórico, muy por encima de la memorización factual, es el resultado más valorado por los docentes de Historia. 
  8. Finalmente, la formación del profesorado es, mayoritariamente, opcional y al margen del horario de trabajo.

En términos generales, el informe permite afirmar que la enseñanza de la Historia en Europa está sujeta a las mismas pulsiones, tensiones y retos en todos los países miembros de la OHTE y que éstas no son muy diferentes de las que tenemos los docentes en España. A veces, solo a veces, Spain isn’t different

El informe de la OHTE constituye el primer intento sistemático y a gran escala de evaluar de forma crítica la enseñanza de la Historia en Europa, lo que permitirá observar diacrónicamente la evolución de aspectos fundamentales de la praxis docente.

Tras la presentación del informe, el primer día de la conferencia finalizó con sendas mesas redondas en las que se analizó el rol clave de los docentes en la transmisión de valores democráticos a través de la enseñanza de la Historia y el futuro de los libros de texto como recurso para la enseñanza de nuestra disciplina. En la primera, el debate giró en torno a la importancia del docente a la hora de ayudar al alumnado a interpretar de forma crítica su propio pasado, la necesidad de actualización y formación continua de los docentes y la importancia de centrar nuestra docencia en la emancipación del alumnado. Por su parte, la discusión sobre los libros de texto puso de manifiesto que en todos los países continuaba siendo el recurso principal, aunque complementado por otros que incidan especialmente lo experiencial (talleres, visitas a yacimientos, museos, lugares de memoria, etc.)

A las 18.30 concluía puntualmente la primera sesión, rápida vuelta al hotel con el tiempo justo para asistir a la recepción con la que nos agasajaba esa noche el consistorio estrasburgués. El edificio barroco de L'Hôtel de Hanau, sede histórica del Ayuntamiento de Estrasburgo en el centro de la ciudad, fue el marco perfecto para un evento de los de pompa y circunstancia. Escalera versallesca, techos altos cuajados de molduras barrocas, frescos academicistas de mitologías clásicas y una incontable cantidad de objetos testigos de la rica historia de la ciudad sirvieron de escenografía para un coctel de platos alsacianos. Tiempo para intercambiar opiniones y experiencias sin el rígido corsé del horario. Acabada la recepción, la sesión continuó dirigida ahora por los incombustibles miembros del equipo de Euroclio en una taberna alsaciana con los que tuvimos ocasión de departir largo y tendido. 

El primer día de diciembre amanecía y la conferencia continuó. La segunda sesión se iniciaba con la ponencia de Arthur Chapman, profesor de Historia de la Educación en el University College of London, sobre la importancia de la Historia en la educación. Chapman abordó en su intervención algunos de los debates más controvertidos en la enseñanza de nuestra disciplina, comenzando por una defensa irrenunciable y sin fisuras del modelo de historia ilustrada, critica, racional y que aspira a construir una verdad histórica objetivable. Entre los retos que enfrentamos como docentes, el británico destacó la necesidad de distinguir entre Historia y memoria, la necesidad como historiadores de dar la batalla a de la narrativa en un contexto de desinformación general y la necesidad de construir un conocimiento histórico a partir de fuentes primarias para deconstruir narrativas tóxicas. 

El broche de la conferencia lo puso una mesa redonda de alumnos de distintas etapas educativas donde se deconstruyó el mito del desinterés de una generación de jóvenes que se acerca al conocimiento del pasado desde unas coordenadas y con unos intereses diferentes que los docentes debemos recoger para conectar con las nuevas generaciones. 

Al mediodía concluían las III Conferencia Anual de la OHTE, sin duda una oportunidad única para conectarnos con diferentes perfiles de actores vinculados a la enseñanza de la Historia en Europa, para estrechar lazos con Euroclio y para generar una red europea de profesores con la que colaborar en proyectos e iniciativas que nos permitan compartir experiencias docentes y buenas prácticas para crecer como profesionales. 


Adjuntamos el bloc de notas de las diferentes ponencias que realizó el compañero in situ por si es de vuestro interés. Y en este enlace el informe de asistencia realizado por David también.