Artículo de Raquel Jiménez
Aumentar y profundizar en la relación con otras organizaciones de profesores de Historia europeas y sobre todo con Euroclio es uno de los objetivos de la AVPGHA y algo que a mi, personalmente me parece muy interesante. Por eso, cuando Txema me propuso acudir al I Encuentro Pan Europeo de Profesores de Historia, a parte de sentirme muy agradecida por la propuesta, no me lo pensé mucho y acepté.
El encuentro se celebró entre los días 23 y 25 de noviembre de 2023 en Bérgamo, una preciosa ciudad del norte de Italia. Le correspondía pues, a la asociación de profesores italianos llamada Clio 92 la organización de este evento que cuenta con fondos proporcionados por Euroclio.
Gracias a esos fondos, el transporte, el alojamiento y la manutención durante las fechas del encuentro corrían a cuenta de los organizadores. Increible labor organizativa llevada a cabo por los anfitriones que nos cuidaron a profesores de todas partes de Europa. Había representantes de Bosnia, Serbia, Ucrania, Chipre, Grecia, Portugal, Francia, Holanda, Gran Bretaña, Eslovaquia, Rumania, Bulgaria, Dinamarca… Lo más interesante de todo el encuentro eran esas conversaciones en las que comparábamos los sistemas de cada país, de las características de los adolescentes o de las condiciones laborales de los profesores en los diferentes sistemas educativos europeos.
El primer día del encuentro se celebró en la ciudad de Brescia, dónde tras visitar el castillo y el Museo que alberga dedicado a la lucha contra el Imperio Austro-Húngaro durante la unificación italiana, comenzamos el trabajo. Y es que eso es algo que nos dejaron claro los organizadores desde un primer momento, no es solo un encuentro para conocernos y hacer turismo, habiamos ido a trabajar, a discutir y diseñar estrategias para mejorar la enseñanza de la Historia.
Esa misma tarde de hecho, en el Museo Arqueológico de la ciudad nos dividieron en varios grupos de discusión para hablar sobre el medio ambiente, el cambio climático y la sostenibilidad. Debíamos analizar cómo y dónde se encuentra en el currículum de la asignatura de Historia, cómo podemos enseñar sobre estos aspectos. Así por ejemplo, en mi grupo de discusión salieron propuestas interesantes como unir las cuestiones climáticas con la caída del Imperio Romano o con la crisis del s. XIV, incluso con algunas de las batallas de las guerras Napoleónicas.
Un aspecto que me gustó mucho de este viaje es que la compañera de Dinamarca nos enseñó diferentes técnicas para crear grupos mezclándonos o dinámicas para poner en común las conclusiones de cada grupo muy interesantes y que podemos aplicar en clase. En esto caso, la puesta en común se realizó dando un paseo por las ruinas de un espectacular Teatro Romano.
Los anfitriones cuidaron todos los detalles, incluso los más lúdicos. De vuelta a Bérgamo cenamos en el Restaurante acordado y nos tenían preparado un espectáculo de magia, de magia matemática llevada a cabo por un profesor de Historia de las Matemáticas. Fue divertido y educativo al mismo tiempo. La segunda noche estuvo dominada por juegos de mesa con temática histórica. Juegos que podemos usar y adaptar para nuestras aulas.
El segundo día se desarrolló en Bérgamo. Por la mañana nos trasladamos a la Fundación Dalmine, la cual se dedica a ofrecer actividades extraescolares basadas en la realización de proyectos sobre archivos o historia principalmente local. Una vez realizada la visita y escuchada la exposición del propio alumnado sobre sus proyectos, volvimos a nuestro trabajo.
Era el mismo esquema que la tarde anterior, pero esta vez la temática eran los movimientos migratorios. ¿En qué momentos enseñar sobre los mismos? Y sobre todo, cómo lo hacemos y qué metodología emplear. Me pareció muy interesante hablar sobre esta cuestión con la compañera de Grecia. Ella viene de dar clase en un instituto en Lesbos y tiene en clase a refugiados recién llegados, en clases donde el 100% del alumnado son inmigrantes.
Una vez saciada el hambre en la cafetería de la Universidad de Dalmina vivimos una nueva experiencia increíble, y fue la visita a la una escuela de Primaria situada en esta localidad que tiene la peculiaridad de tener un alto porcentaje de alumnado inmigrante. Visitamos algunas clases y recibimos las miradas y las preguntas de esos niños, curiosos de ver a tanta gente extraña y de otros países en sus aulas.
Tras la visita, en las aulas vacías de secundaria nos reuníamos en pequeños grupos de nuevo para debatir sobre el último, aunque muy importante de los temas: la inclusión. Resultaba increíble ver cómo todos tenemos más o menos las mismas problemáticas con respecto a los recursos que nos ceden las administraciones (sobre todo en los países de Europa del Sur) o sorprende cómo un país como Francia no cuenta con apenas profesorado formado para clases de apoyo y refuerzo.
La última mañana nos quedaba todavía una última sorpresa. En una sala de la Universidad de Bérgamo pusimos en común todas las conclusiones de los grupos de trabajo y elaboramos un documento con estrategias, actividades y recomendaciones que será publicado por Euroclio y puesto a disposición de todos los asociados.
Y fuimos estudiantes, y nos riñeron... me explico. Asistió una clase entera de estudiantes de lo que sería nuestro primero de Bachillerato, que un sábado por la mañana y en inglés realizaron ese mismo documento con actividades, propuestas y quejas sobre cómo es y cómo les gustaría a ellos que fueran las clases de Historia. Fue enriquecedor, esclarecedor y esperanzador... ¡Todo a la vez!
En definitiva fueron tres días agotadores, intensos pero muy gratificantes. Me llevo una gran experiencia y contactos para proyectos futuros. Y… ¿quién sabe si un próximo encuentro de profesores en Valencia?????
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